Gardones en La Mancha - La Mancha roaches

Hace unas semanas mi compañero y amigo Víctor (reciente subcampeón de España por equipos) y yo nos desplazamos a un conocido embalse de Castilla la Mancha con la intención de pescar gardones.

Tras recibir información de varios compañeros acerca de las magníficas pescatas que se estaban haciendo en este escenario decidimos buscar un hueco para disfrutar de la pesca de estos peces. En mi caso, había pescado gardones en Francia y en Reino Unido pero nunca en España. Víctor nunca había capturado ninguno y se mostraba entusiasmado con la idea de centrar una jornada en la captura de estos peces. 


El gardón (rutilus rutilus) es un pequeño pez introducido en España desde hace unos años. Originario del resto de Europa, este pequeño pez no crece hasta el tamaño de otros ciprínidos. Su periplo por la península empezó en el Lago de Banyoles para después extenderse al Ebro y, desde allí, hasta diferentes embalses de La Mancha y ríos de la vecina Portugal.  Aunque la talla media de los ejemplares que podemos encontrar en la península es grande, podemos considerar como un buen ejemplar aquel que pase de 1 kg de peso.

Gardón (rutilus rutilus),

Con mucha ilusión y bastantes interrogantes salimos de Madrid en busca de estos peces. Ninguno de los dos conocíamos el escenario ni las costumbres que estos ciprínidos alóctonos tendrían en España. Planteamos la selección del puesto primando zonas libres de enganches con una buena profundidad a 10 metros de la orilla. Tuvimos la suerte de hablar con un pescador que empezaba la jornada con su caña fija y nos indicó donde encontrar algo como lo que buscábamos.


Víctor pescó con caña enchufable.

Víctor planteó la jornada pescando con caña enchufable a 11 metros. Utilizó veletas de 0,75 gramos, líneas de 0,16 mm con bajos de 0,12 mm y anzuelos finos del nº 18.  Aunque estos peces no son grandes luchadores y se puede bajar de diámetro en línea y bajos, la presencia de algunas carpas y barbos no permitía afinar más.

En mi caso, decidí pescar con caña inglesa de 3,9 metros, línea 0,14 mm de diámetro, veleta "bodied" de 3+1 pescando entre 12 y 15 metros. Bajos de 0,12 y 0,10 mm con anzuelos red maggot nº 18.

Los cebos del día.

Los cebos del día no eran extraños ni complicados. Aunque llevabamos un plan B por si fallaba la cosa, ambos utilizamos el mismo engodo: Sensas Gros Gardon al 80% con un 20% de tierra de río. Nos enfrentábamos a aguas claras con una considerable profundidad y esta nos pareció la mejor receta. Para el anzuelo y el tirador llevamos gusano blanco y rojo, cañamón y algo de pan de molde.

El primer gardón de Victor

Tras medir fondo y seleccionar la mejor disposición de la plomada, Víctor ceba con varias bolas de engodo de una forma bastante discreta. No pasan más de 10 minutos y se aprecia cierta actividad en el puesto. Primera picada clara y mi compañero clava con maestría: primer gardón para Víctor. No podemos más que alegrarnos y sonreír. Foto para inmortalizar la captura y al rejón. Las picadas se suceden con timidez a lo largo de la mañana pero eso no impide a mi amigo ir logrando un buen rejón de peces. 

Intento no desentonar con mi inglesa pero no soy tan efectivo como él. Cierto es que las picadas que se aprecian en mi flotador son más claras que las suyas pero no alcanzo su ritmo.  Ambos notamos que pescar a inglesa tenía algunas ventajas ya que los peces tenían parones y yo podía buscarlos un poco más lejos que él, por delante de la zona cebada. 


Las capturas del día.

Gardones pescados a la inglesa.

La mañana pasa con abundantes capturas. Paramos un rato para almorzar e hidratarnos a la sombra de unos arboles cercanos y seguimos otro par de horas pescando antes de volver a Madrid. Victor es incansable y lucha cada picada hasta el final. Algunas carpas se cuelan entre gardón y gardón e incluso un barbo (al que no fotografiamos por despiste) completan un bonito rejón de peces.

Personalmente me sorprendió el tamaño de estos peces y su manera tan agresiva de comer en algunas ocasiones. Solo decir que los mejores ejemplares los capturamos con un grano de maiz en un anzuelo del nº 14. Recuerdo lo que tuve que luchar (y afinar) hace un par de años en Francia para capturar unos pequeños gardones y pienso: "¿Son estos los mismo peces que yo capturaba con un pinkie en un anzuelo del nº 22?". Son gardones, sí, pero no se parecen a su primos europeos.

Magnífico aspecto el de estos peces.


Volvimos a casa entusiasmados con la jornada. Lo pasamos francamente bien y nos quedamos con ganas de más. Quizá no pesquemos juntos todo lo que nos gustaría pero las jornadas que compartimos ha resultado realmente buenas. Volveremos a pescarnos al final del otoño, seguro.




Texto: Daniel Porto.  Imágenes: Víctor R. y Daniel Porto.



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