De pesca con niños - Taking kids fishing.


Como pude explicar en el resumen del año 2015 (aquí), una de las mejores experiencias que viví el año pasado fue la de enseñar a pescar a niños. En este 2016 he vuelto a intentarlo quizá con más ganas. Siempre me ha gustado transmitir lo que sé y en este caso no es distinto. En esta entrada intentaré dar mi punto de vista de como afrontar una jornada de pesca con niños y dar algunos consejos que a mi me han funcionado muy bien.


Creo que enseñar es una de las mejores cosas que podemos hacer como pescadores. Pienso que no son buenos tiempos para la pesca. Para mucha gente la pesca no goza de demasiada buena imagen y enseñar es la mejor manera de revertir esta situación. Pescar no es solo sacar peces sino conocer y respetar el medio. Al enseñar a pescar no solo enseñamos a capturar peces sino que transmitimos valores de respeto al medio ambiente y concienciamos a las nuevas generaciones con ideas como la de "captura y suelta".







Enseñar a pescar no debe ser solo explicar como sacar peces. Enseñar a pescar debe ser explicar al niño como "funciona" el río o lago, que seres habitan en él (¿por qué parar solo en los peces?), cómo viven, cómo se alimentan y que necesitan... En fin, debemos dar al "aprendiz" una experiencia completa de pesca y naturaleza.



Para el pescador, enseñar también se convierte en un pequeño reto. Al intentar enseñar descubres que debes tener muy claros los conceptos. Muchas cosas son nuevas para ellos. Si no provienen de una familia de pescadores muchos conceptos serán absolutamente novedosos para ellos. Y los niños no dudan en preguntar cuestiones que parecen básicas. No dudarán en preguntar una y mil veces. Nuestra paciencia puede verse atacada pero... ¿No presumimos los pescadores de pacientes?



La mejor manera de captar la atención de los niños es implicarlos en todo lo que tiene que ver con la pesca, deben ser participes en todos y cada uno de los pasos que damos hasta lograr la captura. Explicarles por qué elegimos un puesto y no otro, que ayuden a mojar y preparar las bolas de engodo ensuciandose las manos y realizar el cebado lanzando las bolas de engodo (aunque sepas que irremediablemente cada bola va a caer en una zona diferente). Deben "ayudarnos" a elegir los aparejos y el cebo a utilizar y, por supuesto, deben colaborar en soltar de nuevo el pez al agua.



Recomiendo sobretodo seleccionar escenarios con peces pequeños que piquen rápido y con facilidad. Los escenarios con abundantes alburnos, gobios y pequeñas carpas y carpines son ideales. Debemos tener claro que las capturas son las mejores maneras de captar su atención. La mayoría de los niños son inquietos y necesitan "acción" cada poco tiempo para mantenerse atentos y concentrados.



Recomiendo también utilizar cañas pardilleras ligeras y cortas, de 3 o 4 metros son perfectas (¡y muy económicas!). Nada de pesadas cañas con carrete, nada de lanzar y recoger. Esta claro que nada de pescar a "fondo" y esperar a que piquen.  Para correr hay que saber andar  y un simple "palo" con 3 metros de hilo y un pequeño flotador me parece la mejor manera de empezar.




La acción de pesca debe desarrollarse en poco tiempo: dos horas de pesca con un pequeño descanso para beber y comer algo y explorar los alrededores es más que suficiente. Yo prefiero jornadas de 4 o 5 horas, incluso más, pero esto puede ser una verdadera tortura para un niño. Conforme vayan creciendo y les vaya gustando más la pesca, serán ellos mismos los que nos pidan más tiempo.


Debo dar las gracias por las magníficas fotografías que ilustran esta entrada a J. P. Sánchez. Su hijo, él y yo pasamos una tarde muy agradable en el lago de Butarque o lago de La Fortuna en Leganés, Madrid. Conseguimos capturar unos cuantos peces y sacamos varios cangrejos. Espero que la experiencia les gustase y volvamos a reunirnos pronto a la orilla del agua.



Texto: Daniel Porto. Fotografías: J. P. Sánchez.


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