Jornadas de bogas al feeder

Llevaba meses con la idea rondándome la cabeza. Recuerdo haber leído un reportaje en la revista La Linea y también un vídeo sobre la pesca de "silverfish" con cebador. El caso es que tenía ganas de intentarlo. El escenario estaba claro pero no el cuando ni el cómo. A principios de este mes de septiembre y con caña nueva por estrenar (perfecta para este uso) surgió la oportunidad. En dos tardes seguidas intentaría pescar bogas al feeder.



Si lo pienso, no había necesidad. Estoy seguro de que hubiese pescado muchas más bogas con la caña de inglesa esos días en esos mismos puestos. Quizá el reto de saber si sería capaz, si podría evitar a las carpas (la mayoría pequeñas, alguna grande). Quizá el afán por no hacer siempre lo mismo, por aquello buscar nueva experiencias.

Mi "primera" boga a feeder.
Mi primera boga a feeder.

Un buen amigo me dijo: "¿Bogas con cebador? Eso es la antipesca." Los dos estábamos de acuerdo de que las bogas se pescan con caídas lentas y con el cebo levantado del fondo uno o dos dedos. Sinceramente, con la caña de coup o con la inglesa hubiese seguido esa premisa. Si compitiese o tuviese necesidad de sacar las bogas no lo hubiese hecho así. Pero este no era el caso. 

El puesto elegido el primer día.


Seleccioné un puesto que por su profundidad, tipo de fondo y actividad de los peces en días anteriores me pareció ideal. La primera de las dos tardes mojé algo más de medio kilogramo de engodo (Dynamic feeder + etang al 50%) y un poco de gusano y decidí empezar a pescar con pequeños cebadores de jaula de 10 - 15 gramos. La línea del carrete era de 0,16 mm y los bajos de 0,10-0,12 mm de 50-60 cm de longitud. Empecé lanzando 5 cebadores de inicio a 15 metros de la orilla cargados solo con engodo (que mojé algo menos de lo habitual) y ya, con el bajo colocado, puse un único gusano en el anzuelo.

Mi selección de pequeños cebadores para estos "trabajos"-
Bajos de 0,10 mm de 50 cm de longitud.

Tras 20 minutos mi puntera de 3/4 oz empezó a vibrar con roces en la línea. Un par de picadas muy leves que fallé y conseguí calvar mi primer pez. Mi primera boga al feeder resultó ser una pequeña carpa de poco más de 100 gramos. Y a esta pequeña carpa le siguieron, una tras otra, más de 30 ejemplares del mismo tamaño. Clavé un ejemplar sensiblemente más grande que no me dio ninguna opción con el hilo pillado en el clip del carrete. Monté un nuevo bajo y decidí "prospectar" los alrededores del pesquil con un pequeño plomo arlesey de 10 gramos. Encontré las bogas unos metros a la izquierda de la zona cebada. Conseguí sacar 5 ejemplares en ese punto pero desaparecieron pronto. Volví al punto inicial alternando cebador y plomo pero ya no conseguí clavar ningún pez más. 

El engodo usado: Dynamic feeder + etang al 50%.

Creo que me equivoqué en la elección del puesto, en el cebado a base de engodo y en la longitud del bajo. Para el día siguiente probaría en otro puesto, alternaría cebadores de jaula con cebadores de gusano y plomos arlesey y alargaría un poco mis bajos. 

El puesto elegido el segundo día.

La segunda tarde me desplacé hacía la cola del embalse donde el río entra en el embalse y existe una mínima corriente. La actividad de los peces era notable. El pesquil tenía en torno a 1 metro de profundidad a unos 20 metros de la orilla. Fondo limpio de canto rodado en el fondo y aguas bastante más claras. Llevé conmigo la mitad de engodo del día anterior y más o menos el mismo gusano. Sabía que los peces estarían allí así que no sería necesario cebarlos demasiado.

Unas 35 bogas en la segunda jornada.


Decidí utilizar los cebadores de jaula solo para el cebado de inicio y utilizar cebadores de gusano tipo bomba de 12 gramos durante el resto de la jornada. Creo que esta decisión fue clave. Dichos cebadores pueden utilizarse perfectamente con engodo, gusano e incluso vacíos. El engodo semiseco sale perfectamente en algunos segundos y, por su forma, se pueden utilizar vacíos como si de un plomo se tratase. Sin cambiar de cebador conseguí las variaciones de cebado que pretendía. 

Este fué el montaje que mejor funcionó esos días.

La segunda jornada transcurrió mucho mejor que la anterior. Tras 5 cebadores de inicio y colocar el pequeño cebador de bomba no tardé más de 5 minutos en tener una clarísima picada. Primera picada y primera boga en la sacadera. La cosa pintaba bien. El ritmo que seguí fue de un cebador de engodo, uno de gusano y uno vacío. Los peces llegaron a picar muy bien. Las picadas se sucedían justo en el momento en el que se posaba el cebador en el fondo o incluso antes. Llevé hasta la orilla unas 35 bogas y un par de carpas pequeñas que se colaron entre ellas. Como colofón a la jornada pude sacar una carpa algo más grande cuando ya empezaba a oscurecer. Con el hilo en el clip del carrete, una caña ultralight  y un bajo de 0,10 mm no entiendo como pude arrastrar dicho animal hasta la sacadera.



Intentar seleccionar una especie cuando tenemos otras presentes en el escenario me ha parecido enriquecedor. Yo nunca había tenido este problema pescando con el cebador. La inmensa mayoría de las veces vas a pescar carpas o barbos con la caña de feeder y no te encuentras con estas dificultades. A esto le sumamos la increíble lucha que pueden plantar estos peces pequeños con una caña ultralight y bajos finos. El resultado ha sido un par de jornadas muy divertidas y muchas ganas de que llegue el próximo día libre para repetir.


Material utilizado: 
Dejo una lista del material que utilicé en estas jornadas por si alguien tiene alguna duda:
Caña Shakespeare Agility Wand de 9 pies (2,7 metros).
Carrete Daiwa Megaforce Match 7i cargado con hilo Shimano de 0,16 mm.
Cebadores Drennan y Tubertini en diferentes modelos.
Anzuelos Drennan Carbon Match y Red Maggot en números 18 y 20.

Siempre Captura&Suelta.

Texto y fotos: Daniel Porto.




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